monólogos para castings

Elegir un buen monólogo para un casting no es tarea fácil. Es muy común caer en el error de escoger uno inadecuado, y esto puede influir enormemente en tus posibilidades de ser elegido.

¿Qué monólogos piden para los castings?

Te lo hayan pedido o no, siempre debes llevar preparado un monólogo a un casting, porque puede que te pidan que hagas uno en el momento, y lo que no quieres es quedarte en blanco y perder el papel al que aspiras. Es como el clásico: “cuéntame algo sobre ti” en una entrevista de trabajo, que sabes que lo mas probable es que te lo pregunten.

Por eso, nuestro consejo es que prepares distintos monólogos para diferentes tipos de casting. Deberías tener listos al menos un drama y una comedia. Y si no te han dado ninguna pista y no sabes cual elegir, el drama siempre será la opción más segura, porque con la comedia seguro que captas alguna sonrisa, pero con un drama bien actuado es más probable que dejes con la boca abierta a la directora de casting.

9 claves para elegir mi monólogo

  • 1. Encuentra uno que encuentres intrigante, interesante o que hable sobre ti. Si eliges uno que te entusiasme o tenga un significado especial para ti, de alguna manera te sentirás más a gusto y confiado.
  • 2. Analiza tus fortalezas interpretativas y escoge un personaje que las muestre. Eres único, y no importa lo bueno que seas, tienes una esencia que sale a la luz cada vez que actúas. Pues bien, tu monólogo deberá tener esa esencia, porque sacará lo mejor de ti durante la interpretación.
  • 3. Escoge un monólogo para tu género y edad. No te arriesgues a crear un personaje que no se te ajuste de manera natural.
  • 4. No escojas material que pueda ofender. Vocabulario de mal gusto, sucesos desagradables… deja todo eso para las telenovelas. Intenta que tampoco tenga muchos gritos porque también pueden resultar molestos, especialmente si los directores de casting llevan ya una larga jornada y están más cansados.
  • 5. Escoge un monólogo contemporáneo, no te vayas a obras clásicas. El lenguaje y el estilo cambian completamente y no te sentirás completamente a gusto. Además, salvo excepciones, lo más probable es que esté más alineado con el tipo de papel al que estés aspirando en la prueba.
  • 6. No escojas un monólogo recurrente que los responsables del casting hayan podido antes ver cientos de veces, por dos razones: la primera, porque no quieres aburrirles con lo mismo, y la segunda, porque no quieres que te comparen con todos los que lo hicieron antes (¡te arriesgas a que alguien lo hiciera mejor que tú!).
  • 7. Un buen monólogo tiene un principio definido, un desarrollo y un final. Es decir, el personaje cambia a lo largo del monólogo. Tener claro este arco será la mejor manera de enseñar tus habilidades interpretativas.
  • 8. El monólogo no debería requerir que te movieras de tu sitio. En un casting tienes que permanecer en un punto para que la cámara te pueda grabar bien, y a veces este encuadre puede ser sólo un primer plano abierto, de modo que utiliza solamente pequeños movimientos que sirvan para puntuar tu actuación.
  • 9. El monólogo deberá de tener entre 1 y 2 minutos de duración. Nunca lo hagas más largo, porque lo más seguro es que te corten.

¿Dónde puedo conseguir un monólogo?

Te recomendamos los siguientes métodos:

  • Crear uno personalizado por un profesional. El guionista dará forma a tu propuesta y potenciará tus fortalezas interpretativas. Esta es, sin lugar a dudas, la mejor de las opciones.
  • Obtener de un catálogo de monólogos. Si eliges esta opción asegúrate bien de dónde viene, que sean monólogos escritos por profesionales, no por aficionados.
  • De una película. Aunque esta es la opción que suele resultar más sencilla para muchos actores, ten en cuenta que se puede caer en la trampa de interpretarlo como una copia exacta del original, sobre todo si se tiene muy vista dicha película. De modo que si te decides por esta opción, no te quedará más remedio que trabajarlo y hacerlo tuyo.
  • De un guión de teatro. Ve a la biblioteca o a un Fnac a pasar la tarde, escoge unas cuantas obras de teatro y échalas un vistazo. No te preocupes, las obras de teatro no suelen ser tan largas como una novela. Devuelve las que no te hayan gustado y compra o alquila el libreto que contenga tu monólogo seleccionado.

Asimismo, has de tener en cuenta varias consideraciones:

Como puedes ver, no hemos incluido novelas. Haces un casting para televisión o cine, es decir, una escena en vivo. Los diálogos de novelas están diseñados para ser leídos, no actuados, y no ofrecen la profundidad del personaje que una escena completa de un guión te puede dar.

Tampoco te recomendamos que lo saques de Internet, porque a menudo suelen no tener la calidad deseada, ni que lo escribas tú, a no ser que seas guionista profesional además de actor o actriz.

Y por último:

Ten en cuenta que para elegir tu monólogo se requiere mucha paciencia. Se necesita tiempo y esfuerzo tanto para seleccionar alguno que se adapte a ti como para pensar en los puntos que quieres ofrecer y reforzar si te lo escribe un profesional. Es decir, no es probable que lo encuentres en media horita, sino más bien es un proceso de días, si realmente quieres dar en el clavo.

La vida de un actor evoluciona y está en constante renovación, así que no te estanques en un sólo monólogo. Nunca dejes de leer, aprender y formarte. De esta manera, irás encontrando la manera de conseguir monólogos mejores (o simplemente diferentes) que te puedan venir mejor en el futuro o adaptarse mejor a ti. Incluso si ves que necesitas un nuevo monólogo para cada casting, búscalo y trabájalo. ¡Es también una práctica excelente para mejorar como artista!

¿Cómo has seleccionado tus monólogos en otras ocasiones?

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