Al ir a una prueba de casting, muchos de nosotros tenemos las mismas dudas, los mismos nervios, la misma inseguridad… Es por ello que acabamos diciendo lo mismo y haciendo las mismas preguntas, incluso sin ser conscientes de ello (porque en ocasiones tendemos a hablar antes de pensar). Y claro, los directores de casting escuchan lo mismo una y otra vez hasta que se vuelven locos.
Lo peor de caer en estos errores es que tú mismo les creas dudas: “¿Será un buen actor o simplemente está nervioso?”
Estas son las cosas que nunca deberías decir aunque tengas el impulso:
1. “¿Cómo tengo que decir/hacer esta parte?”
Esta pregunta puede ser frustrante para el director de casting, y además indica que se trata de un actor amateur. El actor debe llevar siempre una o dos propuestas claras preparadas para interpretar, no importa si es lo que el director está buscando o no. Ser profesional significa examinar, buscar y preparar el personaje y el texto por tu cuenta.
Por tanto, lo que quiere el director son propuestas definidas y, a partir de ellas, te irá dando pautas para moldear o redirigir tu interpretación. Por eso, una vez tengas la tuya pensada y preparada y, teniendo en cuenta que muchas veces solo dispones de un fragmento del guion y no conoces el contexto, sí podrás hacer otro tipo de preguntas relacionadas con el subtexto, como por ejemplo:
- ¿Por qué dice esto mi personaje?
- ¿Cómo se siente mi personaje en este momento, deprimido o más bien desesperado?
- ¿Mi personaje ha tenido ya un pasado difícil con el otro personaje o se conocen desde hace poco?
- ¿Sólo intenta hacer creer que lo piensa o de verdad lo piensa?
2. “¿Cómo se pronuncia esta palabra?”
A un director de casting no le importan las preguntas pero, si puedes encontrar en la Red la pronunciación de la palabra en cuestión, hacer esta pregunta significa que no llevas los deberes hechos. ¡Y no digamos si estás haciendo un casting de publi y se trata de la marca o de algún producto específico!
A no ser que sea un nombre único, nuevo o muy difícil de encontrar, recuerda que eres un profesional y debes mostrar iniciativa.
3. “Me llegó la separata justo ayer por la noche y no he tenido mucho tiempo de prepararla”
Si lo que dices es cierto, lo más seguro es que más actores la recibieran también en el último momento y sin embargo han hecho que funcione. Por tanto, trabaja siempre lo mejor que puedas para el tiempo que hayas tenido y no pongas excusas.
4. “¿Lo estoy haciendo bien o mal? / ¿Voy por buen camino? / Si lo hago mal me lo dices y lo hago otra vez…”
En una prueba, haz lo que tienes que hacer, interpretar, y si el director quiere cambios, ya te lo indicará. En castings no existe “bien o mal”, simplemente hay propuestas trabajadas y otras que no se han preparado lo suficiente. Hazlo lo mejor posible y deja la sala sabiendo que fue así.
Además, lo único que consigues haciendo estas preguntas es que el director, inconscientemente, ya espere que ocurra justo lo que le has advertido, que lo hagas mal. Utilizar un lenguaje siempre positivo siempre es mejor.
5. “Uf, qué mal me ha salido”
Ni pongas caras raras, ni digas nada si te sale mal. ¡Es un suicidio directo! 😉
6. “¿Puedo empezar otra vez?”
Muchísimos actores cometen fallos, y es algo normal, también al hacer una prueba. Pero hay una clara diferencia entre quien muestra confianza en el trabajo que está haciendo y quien se desmorona ante cualquier tontería.
Si te has olvidado de una pequeña parte del texto y necesitas retomarlo otra vez desde la frase anterior, simplemente hazlo. O improvisa, o sigue adelante, pero no preguntes si puedes repetir, porque de esta manera enfocas tu prueba en la parte negativa -el fallo- y le das más importancia de la que tiene.
El director de casting debe ver que sabes lo que estás haciendo tienes el control sobre tu interpretación.
7. “¿Cómo lo he hecho?”
El feedback es muy importante para nosotros los actores. Nos hace saber qué es lo que hemos transmitido, para bien o para mal, y es bueno preguntar a nuestro alrededor a menudo para que podamos mejorar.
Aun así, debemos hacer al menos una excepción, y es en la sala de casting. Si preguntas al director sólo vas a conseguir ponerle entre la espada y la pared. En todo caso, sería labor de tu representante enterarse a posteriori, si tiene buena relación con él.
8. “¿Quién más / cuántos más se presentan a este casting?”
Tener curiosidad es algo normal, pero a veces debemos saber tragarnos nuestras palabras, porque hemos de tener por seguro que nadie va a compartir información confidencial con nosotros. Además, saber esto, ¿en qué cambiaría nuestra propuesta interpretativa?
Que haya más o menos personas, sean más o menos conocidas que tú o sean mejores o peores es algo que no puedes controlar; Lo que suceda una vez te encuentres en la sala de casting, sí.
9. “Ay, perdón”
Esto es taaaaaaaaaaan típico. Los profesionales saben que se cometen errores a menudo, y más en una prueba que todos estamos nerviosos. Hazlo lo mejor posible y no pidas perdón por tus errores.
10. Otras confidencias a evitar
- Nunca mientas sobre tu experiencia laboral.
- Nunca utilices la palabra “solo” o describas con diminutivos cuando tus trabajos (mejor, cambia “he hecho solo un par de cortos, he hecho algunos trabajillos de figuración”… por “he hecho dos cortos, he trabajado de figuración”).
- No cuentes historietas para parecer más gracioso y/o memorable en la sala de casting.
- No te quejes nunca de tu pareja escénica.
- No contradigas ni discutas las pautas del director.
Por el contrario, hay algo que siempre deberás decir en un casting: la palabra “gracias”.
Prepárate bien, concéntrate en tu interpretación y muéstrate profesional y con confianza en ti mismo. Y pase lo que pase, convénceles de que estás disfrutando haciendo lo que te gusta. ¡A comerse el casting! 🙂
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