Imagina por un momento que estás en la sala de espera de un casting. Tienes una mezcla de sensaciones: incertidumbre, tensión, optimismo… y la mente puesta en demostrar que estás a la altura de lo que buscan. En definitiva, quieres que te seleccionen. De pronto te anuncian que puedes pasar y te surge la duda: ¿Voy suficientemente preparado? La respuesta que conseguirás después de leer este post es: ¡Claro que sí, a por todas!
El texto estudiado al milímetro
La mejor forma de demostrar que te estás tomando el casting en serio es estudiándote perfectamente el texto. El motivo es muy sencillo: si te han dado una separata es para que te la estudies, no para que hagas una improvisación a partir de ella.
El director de casting recibirá a muchísimos candidatos que tendrán el mismo texto que tú, por lo que se dará cuenta en seguida si no lo interpretas exactamente como te lo pidió. Dale la confianza de que si te da el papel, serás un artista aplicado que se preparará y respetará el guion.
Varias propuestas interpretativas
El director no quiere ver a una actriz o un actor que recita el texto sin aportar nada más, sino que quiere encontrarse al personaje en la sala de casting. Por ello, es fundamental que lleves bien trabajada la prueba.
Si quieres demostrar profesionalidad, debes preparar varias propuestas distintas, creativas e inteligentes a partir del mismo texto. Tu misión es despertar la curiosidad del director de casting, que estará cansado de ver siempre lo mismo y conseguir permanecer en su memoria cuando la prueba haya pasado. De este modo, te dé el papel o no, si le has interesado seguro que en otra ocasión te volverá a convocar.
Ponte el chip de “actor o actriz adaptable”
Cuando llevas una propuesta interesante, el director suele trabajar a partir de ella para comprobar lo preparado que estás y las herramientas que tienes (si no tienes propuesta, muchas veces ni se molesta y se acaba el casting). Por ello, debes contar con que seguramente a lo largo de la prueba recibas pautas nuevas, y deberás ser lo suficientemente adaptable para sacar adelante lo que te pida.
De modo que muestra la agilidad que tienes para incorporar todo aquello que te proponga, juégalo y no te bloquees. Debes aprovechar al máximo cada casting que te surja, así que resuelve cualquier nueva pauta con flexibilidad, talento y seguridad.
Lleva trabajada la respiración y la confianza en uno mismo
Hay algo que no puedes dejar para el último momento, sino que lo debes empezar a trabajar desde ya, aunque no tengas ningún casting a la vista: se trata de la respiración y la confianza en ti. Cuanto más domines estos dos aspectos, más te lucirá cualquier interpretación que hagas.
Una buena respiración ayudará a que encuentres tu equilibrio, consiguiendo que controles tus nervios y, de este modo, puedas concentrarte. Por su parte, si tienes una sólida confianza en ti mismo podrás lanzarte, evitar autocensuras y disfrutar del “aquí y ahora”.
Como dijo Walt Disney, “Si tienes un sueño en tu corazón y de verdad crees en él, corres el riesgo de que se convierta en realidad”. Por tanto, cree en tu sueño, cree en ti, trabaja duro y ya verás como la suerte, tarde o temprano, estará de tu parte.
¡Queremos que nos cuentes y saber de ti! Cuando te han convocado para participar en castings, ¿crees que ibas lo suficientemente preparado? ¿Hay algo de lo que hemos comentado en este post que no tenías en cuenta?
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