Bernardo G_Otelo da Mangueira - Um Exercício Cênico 4 via Flikr_2048x1367

Hay momentos en los que los actores tenemos que aprender a mordernos la lengua. Dirigir a nuestros compañeros es uno de ellos, pues eso es trabajo del director.

La teoría está clara, pero el caso es que…

Puede que lo hagas y no te des cuenta

Si. Aunque sea con la mejor voluntad del mundo, es posible que en alguna ocasión tú también dirijas a tu compañero y no te percates de ello. No pasa nada. ¡A partir de hoy serás más consciente y podrás poner remedio!

En tu escuela de interpretación estás acostumbrado a preparar escenas con otros compañeros. En ese caso, los dos sois los directores de la misma, hasta que la exponéis en clase y recibís el feedback de vuestro tutor.

También sueles participar en cortometrajes o proyectos que habéis creado entre vosotros, donde todos aportáis ideas en común y construís la escena juntos. Colaboráis en todo lo que podéis y os acabáis dirigiendo unos a otros.

Es completamente normal

Pero cuando se trata de trabajos profesionales, existe un director, que es quien se encarga de que el proyecto en su conjunto tenga una coherencia acorde con su visión y con la de los productores, que al fin y al cabo son quienes ponen el dinero.

Cada uno en su lugar

Al director se le contrata para dirigir y al actor para actuar. No hay más.

En un entorno profesional, decirle a otro actor lo que tiene que hacer (o lo que no) es, por tanto, una falta de respeto, por mucho que creas que el otro actor actúa fatal o que el director no tiene ni idea de lo que hace.

Existen muchas razones por las que un actor le dice a otro lo que debe hacer:

  • Porque todavía es bastante amateur y, como decíamos antes, está acostumbrado a hacerlo con otros estudiantes.
  • Porque tiene más experiencia que el otro o es un actor más reconocido.
  • Porque tiene un papel de más peso en la obra.
  • Porque conoce al director y ya “sabe” que la propuesta interpretativa de su compañero no le va a gustar.

Sea cual sea la causa, nadie le ha pedido que dirija.

Si te das cuenta, cualquiera de estas razones, a excepción de la primera, que es más que nada por ignorancia, se resume en que este actor cree que lo sabe todo y está por encima del otro.

Pero la realidad es que ningún actor es más que nadie. Entre actores no existen clases ni rangos, ni por tipo de papel, ni por caché, ni por experiencia. Todos sois un elemento más del producto final.

Imagínate qué producción más caótica, cada uno metiéndose en el trabajo de los demás.

Sugerir vs. Imponer

Todavía existen situaciones de nuestro entorno profesional en las que nos tenemos que poner de acuerdo con los demás. Por ejemplo, si nos ponen una pareja para la prueba de casting.

Pero no es lo mismo sugerir algo de manera educada a tu compañero, que dirigirle.

Si te encuentras en esa situación, siempre es mejor que aportes tus ideas en forma de pregunta. Por ejemplo:

En vez de: “Creo que sería mejor…” (eres tú quien está dominando la situación y llevando la propuesta a tu terreno), conviene que preguntes algo así como: “¿Qué tal si…?” (En este caso estás sugiriendo, como si fuese una lluvia de ideas. Esta opción sería mucho mejor).

Créenos, la escena saldrá mucho mejor a través de tus aportes interpretativos que dirigiendo al otro.

¿Y si te dirigen a ti?

Si nos conoces bien, sabes que en Premiere Actors no nos gustan las medidas drásticas. Estamos convencidos que, en muchos momentos (y siempre que solo te hayan hecho alguna sugerencia), podrás encontrar una solución que agrade a ambos: a tu compañero y al director.

Te ponemos un ejemplo: si retrasas varios segundos tu entrada por sugerencia de tu compañero, para que este pueda hacer algo que considera importante, y tú crees que esto no influirá al resultado de tu interpretación o puedes adaptarte de alguna manera, ¿por qué no hacerlo?

Si eres un actor flexible y aprendes a cooperar, a la larga siempre tendrás resultados más positivos, tanto en tu carrera artística como en lo personal.

Sin embargo, en otras ocasiones, puedes verte en un compromiso: La otra persona se contradice con el director, o su propuesta entra en conflicto con las marcas que te han indicado, haciendo que te sientas un poco entre la espada y la pared.

También puede ser que, como decíamos antes, la otra persona te dirija con el solo propósito de sentirse superior. En ese caso puede hacerte perder la confianza en lo que estás haciendo, y esto puede hacer a su vez que te desmotives, te pongas nervioso… distracciones que no te vienen nada bien para poder realizar bien tu trabajo.

¡No dejes que esto ocurra! Ante cualquiera de estas distracciones, haz dos cosas:

  • Contesta algo así como: “Gracias por la sugerencia”, dejándole claro que es solo una sugerencia, y dando a entender de manera educada que tú harás con ella lo que creas conveniente.
  • Si crees que la escena no está funcionando, es mejor que se lo comentes discretamente al director, que para eso está. Pero hazlo solo si consideras que es importante, porque no quieres que te tachen de quejica en un entorno profesional, ¿verdad?

En resumen, el director es, al final, quien tiene la última palabra.

¿Te han dirigido a ti en alguna ocasión? ¿Cómo has reaccionado? Nos encantaría escuchar tu punto de vista. Y si te ha parecido interesante lo que has leído, te invitamos a que te suscribas a nuestro blog, ¡porque no queremos que dejes de aprender! 😊

 

Premiere Actors

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